No necesitas ser un fútbolista famoso para sentir la euforia por tus goles, para pelear con otros futbolistas, o para sentir el dolor de tus lesiones, no soy hincha de nadie, ni busco hinchas para nadie.

Incidentes con lesiones que hasta hoy me acompañan: Mi primera lesión en el terrerno del juego del fútbol ocurrió cuando yo tenía 19 años, me glorio en decir que yo no comencé las hostilides, el hostil salió herido en la cabeza y yo salí herido en la nariz, mi nariz nunca volvió a ser la … Sigue leyendo No necesitas ser un fútbolista famoso para sentir la euforia por tus goles, para pelear con otros futbolistas, o para sentir el dolor de tus lesiones, no soy hincha de nadie, ni busco hinchas para nadie.